¿Qué nos ocurre cuando después de unos días de desconexión volvemos al día a día? ¿Nos os ha pasado que después de unas vacaciones de verano, unos días de relax, de las fiestas navideñas, etc. nos invade una sensación de agobio, tristeza, estrés y/o ansiedad por volver a la rutina? Pues bien, en este post hablaré de cómo enfrentarnos a esas sensaciones y a esas emociones que aparecen en fechas señaladas de nuestra vida.
De todos es sabido que después de unas vacaciones agradables donde nuestra mente y nuestro cuerpo descansan y estamos felices, el volver a las obligaciones, al trabajo, el colegio de los niños (con todas las actividades y gastos añadidos), al tráfico, a las aglomeraciones de gente en el metro y demás situaciones poco apetecibles en comparación con lo vivido días anteriores, nos genera una afluencia de síntomas físicos y emocionales que, comúnmente conocemos como síndrome postvacacional.
Este «síndrome» se caracteriza por una disminución general de bienestar y productividad laboral tras un período de vacaciones satisfactorias. Por ello, es «normal» sentirse así. Los síntomas de desorientación, depresión, apatía e instasifacción con la vida, entre otros, son comunes a la mayoría de nosotros.
Diversos autores y coinciden en las pautas a seguir para superarlo, una serie de pasos que se citan a continuación:
- La vuelta a la incorporarción al trabajo debe ser poco a poco. Por ejemplo, ir planificando con relativa antelación las tareas.
- Conseguir la motivación de proponerse retos a corto plazo y no estresarnos intentando solucionar todos los problemas el primer día tras las vacaciones.
- Se recomienda guardar y/o reservar algún día libre para solucionar asuntos personales, temas familiares
- La clave de una vuelta a la rutina normalizada es también centrarnos y organizarnos a nivel propio. Nadie mejor que nosotros conocemos cómo somos y cómo nos sentimos, dedicarnos un tiempo para nosotros mismos es saludable: identificar esos sentimientos y pensamientos que nos surgen, y tras ello, poder crear pensamientos alternativos ante aquellos que nos impiden ver las situaciones con una visión más positiva.
- Repartir las vacaciones y evitar los días de operación retorno.
- Practicar deporte e iniciar nuevos proyectos al regresar de las vacaciones.
- Tener una buena higiene del sueño. Esto es dormir 8 horas, tener una cama cómoda que asegureun buen descanso, no usar el móvil o pantallas de ordenador antes de ir a la cama, etc.
Otra opción para poder superar este período es el practicar la relajación en intervalos regulares, eliminar pensamientos erróneos o ideas irracionales que puedan darnos ansiedad. Existen diversas técnicas de relajación; yo suelo dar una técnica fácil y que puede utilizarse para otras áreas de nuestra vida, se trata de la respiracón diafragmática. Es una técnica sencilla que se basa en realizar respiraciones abdominales. A continuación os dejo un enlace para que podáis realizarla correctamente.
Cómo practicar correctamente la respiración diafragmática
Estos síntomas no deben de tratarse a la ligera, ya que si estos cambios adaptativos se perpetúan más allá de unos días, puede aparecer un verdadero síndrome de ansiedad generalizada o un llamado estrés crónico, lo que conlleva el llegar a solicitar apoyo terapéutico con un profesional cualificado para ello, ya que puede requerir tratamiento psicológico específico. Si se llegara a esta situación lo mejor es consultar con un especialista.
Una visión positiva y la relización de los pasos señalados nos ayudará a conseguir superar la vuelta a la rutina y no perecer en ello. Una vuelta saludable y agradable es posible, simplemente tenemos que aprender a poder llegar a ello. Con la práctica, estas dificultades que vemos ahora mismo como dominantes en nuestro retorno a la vida cotidiana, llegamos a sentirnos cada vez un poco mejor, hasta que llega el día en el que lo que hoy es gris mañana es de nuestro color favorito.
¡FELIZ VUELTA A LA RUTINA!
Escrito por:
Daniela Gutiérrez Linares
Psicóloga
Psyscience 
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